Conociendo mi debilidad por lo sueco, no podía hoy escribir sobre nada que no fuera: ELLA.
Se llama Melissa Horn y tiene, además de un añito menos que yo, la voz más serena que escuché en mi vida.
Sí, la palabra es esa, porque además de bonita, suave, clara y tierna, transmite serenidad, parece imposible que el mundo pueda llegar a ser un lugar tan feo si existen voces como la suya.
Llevo ya un tiempo aferrándome a sus notas y hoy decidí compartirla con vosotros, por si necesitáis una canción a la que agarraros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario