jueves, 12 de agosto de 2010

Caminar con paso firme y sin caerse nunca fue algo que se me diera bien...
Soy de las que tropieza con todo y resbala con cada alfombra que se cruza en su camino.
Bien, no pretendáis que ahora haga lo correcto, que elija la dirección acertada o que no vuelva a caer una y otra vez sobre el mismo suelo sobre el que llevo cayendo gran parte de mi vida.
No pretendáis que actúe rápido y me levante al instante, no pretendáis que tome siempre las decisiones correctas, no prentendáis que no sea yo...



1 comentario:

Yeamon Kemp dijo...

Quien pretenda eso es un patán.